Monumento al amor... en Iquique, Chile


Una bella historia, mìnima, pero que trasciende las fronteras, traìda a Phototematica de la mano de la chilena, Luz Savalli, y se enriqueciò con el aporte de Diana Capasso, de Argentina... una historia emotiva por demàs, que nos llega al corazòn.

Monumento a Felicia Sciaffia.
En homenaje al amor y a la valentia de Felicia Sciaraffia, inmigrante italiana que cruza la cordillera
de los Andes en mula, con su bebè, para reunirse con su marido.
Iquique, Chile.

Foto: Luz Savalli, Iquique, Chile

Diana Capasso: Buena, Luz..!! Y ya que hablabas de un bebé.... Aquí te cuenta esta historia, la hija de "esa bebé":
<< Mi abuela Felicia Muscio Palumbo nació un 8 de Octubre de 1867 en Palmira (Italia) según se lee en su tumba en el cementerio de Iquique. Se casó en su pueblo natal con mi abuelo Vittorio Sciaraffia Saluzzi quien en 1893-94 emigró con su hermano Antonio a América, dejando en su pueblo a mi abuela con su hija (mi madre), que había nacido el 7 de Mayo de 1893. Mi abuelo se detuvo en California. Trabajando en una granja de un compaesano donde se ganó el apareció de todos, mientras su hermano Antonio siguió al Sur, deteniendose en Perú, donde trabajó en la explotación de huano de pájaros.Tal vez por nostalgia u otro motivo, mi abuelo Vittorio fue a Perú al encuentro de su hermano, y sus espiritus aventureros los trajeron a Iquique, Chile, donde se radicaron cada uno por su cuenta. Aqui mi abuelo ejerció un sinnúmero de actividades lucrativas: vendedor de agua, almacenero, lechero, dueño de una flota de coches a caballo etc. La necesidad de reunir a su familia empujó a mi abuela a realizar la “aventura de su vida”: viajar a América con su hija de 4 años (mi madre) al encuentro de su marido. Tomó el barco en Nápoles, en una travesía que duraba 40 días hasta llegar al Mar del Plata. De Buenos Aires en tren hasta el pueblo de San Martín de los Andes, en Argentina, donde se terminaban las lineas, después en carreta o caballo hasta los pies de
la Cordillera, luego el “Cruce de los Andes” en mula y con su hija en brazos hasta la ciudad de Los Andes en Chile. Contaban mis mayores que los caminos que bordeaban los precipicios eran tan estrechos que no se en que parte sólo cabian las patas de las mulas; a las que tenían que vendarles los ojos para que no se asustaran y desbarrancaran. Las mulas eran guiadas por vaqueanos expertos en cruzar los Andes. Desde la ciudad de los Andes a Santiago y Valparaíso se usaban carretas o coches tirados por caballos. No se cuantos días se empleaban en toda esta etapa, no creo que menos de dos semanas. En Valparaíso tomaron el barco para la última etapa: Iquique. Poco más de mil millas nauticas para al fin abrazar a mi abuelo...>>
¿Que te parece lo que encontré...? Me encantó...!!!

1 comentario:

  1. Que linda historia.
    Habrán más historia sobre de mi familia como esta?

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